Para esta tarta he utilizado el glaseado del vídeo. Las hojas las he hecho tomando como molde hojas naturales, os pondré en breve un vídeo para que veáis cómo se hacen.
Para la base de bizcocho de chocolate sin harina:
- 250 gr. de claras montadas a punto de nieve
- 85 gr. de azúcar
- 250 gr. de chocolate 65 % cacao
- 60 gr. de mantequilla
- 50 gr. de yemas
Procedimiento:
Fundir el chocolate y mezclarlo con las yemas y la mantequilla uniendo todo muy bien. Incorporar las claras montadas con el azúcar a punto de nieve y extender en la bandeja del horno (previamente forrada con papel de cocina o silicona) de forma que quede una planta de 1/2 cm. más o menos. Hornear a 200 unos 5-6 minutos, hasta que al pincharla la aguja salga seca. Reservar
Para la mousse de chocolate:
- 250 gr. de chocolate 65 % cacao
- 250 gr. de nata para montar
- 50 gr. de azúcar
- 3 claras
- 1 pizca de sal y de canela
Procedimiento:
Semimontar la nata con el azúcar. Derretir el chocolate en el micro o al baño maría, junto con la pizca de sal y de canela. Incorporarlo suavemente a la nata hasta que esté muy bien mezclado. Montar las claras a punto de nieve e incorporarlas, de la misma forma, a la mezcla anterior.
Poner un aro de repostería de 24 cm. de diámetro encima de una bandeja plana cubierta con plástico (hoja de guitarra) y poner toda la mezcla en él, alisando bien la superficie y dando unos golpes suaves para que se asiente bien la mezcla y no haya burbujas. Tapar la superficie con film y meter en el congelador. Esto es mejor que lo hagáis de un día para otro.
Preparar el glaseado de chocolate según la receta del «glaseado perfecto»
Sacar del congelador el molde, quitarle el film, y pasar el soplete delicadamente por los lados para que sea más fácil quital el aro. Poner la tarta sobre una rejilla con una bandeja debajo. Cuando el glaseado tenga una temperatura de 36º aproximadamente, dejarlo caer desde el centro de la tarta (ver vídeo). Esperar unos minutos y pasarlo con cuidado a la fuente donde lo vayáis a poner. dejar en la nevera y decorar. A mi, esta vez, se me ocurrió adornarla con unas hojas de chocolate y una trufa, utilizar vuestra imaginación o lo que tengáis a mano y seguro que os quedará preciosa. Es una tarta deliciosa, aguanta muchos días en la nevera y se puede guardar también en el congelador.
Aquí tenéis otra presentación