Estos mejillones ya se que están muy vistos pero como a mí me encantan, os la pongo como yo los hago. Me gustan más poniendo el picadillo debajo de la bechamel que todo junto. Se pueden tener en el congelador bastante tiempo y con un kilo salen treinta y tantos… animaros que luego da mucho gusto cuando apetecen o viene alguien; sacarlos, dejarlos descongelar un poco y … a freír.
Ingredientes:
- 1 kg de mejillones
- 1 litro de leche
- 70 gr de harina
- Nuez mozcada
- Sal
- 50 gr de aceite
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- ½ bote de tomate natural triturado
- ½ cayena
PROCEDIMIENTO:
Limpiar los mejillones bien y abrirlos al vapor. Una vez fríos separar el bicho de las conchas y reservarlas.
Picar la cebolla y el ajo muy pequeñitos. Poner aceite en una sartén y sofreír hasta que se empiece a poner transparente. Añadir el tomate y la cayena y esperar cinco minutos hasta que se haga el tomate. Picar bien los mejillones e incorporarlos al sofrito una vez fuera del fuego.
Hacer la bechamel de la forma habitual: calentar el aceite añadir la harina y darle unas vueltas, añadir la leche, la sal y la nuez moscada y llevar a ebullición sin dejar de mover con las varillas hasta que espese lo suficiente.
Poner un poco del sofrito de mejillón en cada concha. A continuación cubrirlas una por una con la bechamel.
Dejarlos enfriar en la nevera varias horas y pasarlos por huevo y pan rallado. Freírlos en abundante aceite caliente de forma que los cubra por completo.
Servir como aperitivo.