La receta de esta tarta la he encontrado en una revista de recetas dulces alemana que compré en Mallorca. Es muy fácil, sólo lleva un poco más de tiempo por la masa quebrada que la envuelve. La verdad es que me ha parecido exquisita. Aunque sea muy parecida a otras, hacerla y veréis la diferencia. También se le pueden poner pasas dentro que es lo que indica la receta, pero yo esta vez no se las he puesto.
Ingredientes
Para la masa quebrada: (para dos tartas)
- 300 gramos de harina normal
- 130 gramos de mantequilla
- 70 ml de agua muy fría
- 50 gr de azúcar
- 1 pizca de sal
Para el relleno:
- 500 gr de queso fresco quark
- 125 gr de azúcar
- 1 sobre de azúcar vainillada
- La cáscara de un limo rallada (lavado previamente con detergente y bien seco)
- 50 gr de maicena
- 4 huevos
- 400 gr de nata
Procedimiento
Elaborar la masa quebrada mezclando en el robot todos los ingredientes hasta que se quede como una “especie de migas”, en la thermomix 15 segundos vel 6. Sacarla unirla con las manos hasta hacer una bola y meterla en la nevera media hora. Dividir la masa en dos y una de las partes guardarla en el congelador para otra ocasión.
Forrar el fondo y las paredes de un molde desmontable de 24 cm de diámetro. Pincharla con un tenedor por varios sitios y sellar lo bordes con los dedos mojados en agua de manera que quede muy bien pegada al molde. Meter en el congelador durante el tiempo que tarda en calentarse el horno.
Precalentar el horno a 180º. Mientras mezclar con la batidora a velocidad baja todos los ingredientes del relleno menos la nata que se habrá montado antes y se incorpora después. Esto hará que la masa quede más esponjosa pero no es estrictamente necesario.
Sacar el molde del congelador y poner dentro el relleno. Hornear durante una hora aproximadamente, hasta que al pincharla con una aguja ésta salga seca.